2.1.2. Explica el origen del saber filosófico, diferenciándolo de los saberes preracionales como el mito y la magia.

EL PASO DEL MITO AL LOGOS

Los mitos sobretodo servían para justificar el orden social. La sociedad aristocrática, basada en la agricultura y la guerra, había entrado en crisis al desarrollarse el comercio. 

A finales del siglo VI aC, en ciudades como Mileto y Efeso surgió el pensamiento racional. Eran centros comerciales ( el contacto con otras culturas favorece la apertura de mente) y además existía libertad intelectual, pues no había una casta sacerdotal que velara por su doctrina.

Los primeros filósofos fueron al mismo tiempo los primeros científicos. Su preocupación fundamental era explicar la naturaleza desde la naturaleza, sin recurrir a elementos fantásticos. Para ello buscaron el elemento fundamental, el arché. Propusieron que era el agua, el fuego, el aire o lo indeterminado.

Pronto comprendieron que los datos de los sentidos no eran suficientes para explicar los cambios naturales. 



MITO 

Los mitos son narraciones con elementos sobrenaturales y fantásticos, que explican el origen del mundo, del ser humano y de la sociedad. Su objetivo no es describir fielmente los hechos pasados, sino dar sentido a la realidad. 

En las sociedades primitivas el mito cumple las funciones que realizan la ciencia (vincula a los individuos entre ellos, con los antepasados y con la naturaleza), la política (justifica el poder de los gobernantes), la moral y el derecho (dicta pautas de comportamiento y normas de obligado cumplimiento),.

En muchos casos siguen un modelo antropomórfico, se basan en explicaciones finalistas, no son contrastables, sus explicaciones se basan en la imaginación, no son racionales
No hay religión sin mitos, pero sí mitos fuera de la religión. La ciencia no puede contestar a cuestiones como el amor, el bien y el mal, la libertad, la muerte, etc.
La mitología es fundamental en las sociedades modernas. En política aparece en los himnos, las banderas, el culto a la personalidad de los lideres o en los discursos cargados de ideología

En la sociedad de consumo el mercado mitológico es inmenso, recoge mitos de diversas tradiciones y crea nuevos mitos del deporte, el cine, la canción ...

Los mitos son inseparables de los ritos. Los ritos son acciones dirigidas a lo sagrado, sometidas a normas establecidas por la tradición. El rito más importante es el sacrificio. Sacrificar es hacer pasar a una persona, animal u objeto del ámbito profano al sagrado, lo que se materializa con la destrucción simbólica o real de la víctima.


MAGIA: Conjunto de conocimientos y prácticas con los que se pretende conseguir cosas extraordinarias con ayuda de seres o fuerzas sobrenaturales.

Muchos inventos modernos serían magia para las sociedades primitivas, ya que en parte logran algunas de las capacidades buscadas por los antiguos magos.

Los magos e ilusionistas en sus espectáculos pretender tener poderes sobrenaturales, mediante trucos impresionan a la audiencia presuntamente crédula.

La palabra mágico también se emplea para referirse a fenómenos que no tienen una explicación racional. Lo inexplicable puede ser «mágico». A veces para referirse a sentimientos como el amor, la felicidad o cuando ocurre algo sobre lo que no se conoce a ciencia cierta su causa, se dice que «hay magia».

La magia y la hechicería estaban ligadas a las creencias de pueblos  muy antiguos, en los que el mago o brujo era a la vez un sanador y un conocedor del mundo invisible de los espíritus y desempeñaba un papel importante en la comunidad.

El Concilio de Laodicea solicita, en 360, la excomunión de todo aquel que practique la brujería, la adivinación, la astrología y la magia. Con el cristianismo la manipulación de las fuerzas ocultas, tradicionalmente en manos masculinas, pasan a ser consagradas a las manos femeninas, lo que abre las puertas para que Europa entre, en la Edad Media, en la época de la caza de brujas, ya que las brujas son las únicas capaces de realizar la magia negra al haber pactado con el Diablo.

El Catecismo de la Iglesia católica es muy claro: «Todas las prácticas de magia o de hechicería mediante las que se pretende domesticar potencias ocultas, y obtener un poder sobrenatural sobre el prójimo –aunque sea para curar–, son gravemente contrarias a la virtud de la religión».

Prácticas de simple hechicería (Wicca), adivinación, astrología, lectura de barajas y de libros como el I Ching, o el alfabeto rúnico de los escandinavos, orientalismo, hasta la creencia en la divinidad de civilizaciones extraterrestes constituyeron desde mediados del siglo XX un conglomerado que se conoce como movimiento de la Nueva Era (en inglés New Age).