martes, 22 de septiembre de 2009

LA HISTORIA DE UNOS MONOS















LA HISTORIA DE UNOS MONOS

DANCE, MONKEYS, DANCE

ERNEST CLINE

Hay millones de galaxias en el universo,
cada una de ellas tiene miles de millones de estrellas.
En una de estas galaxias, orbitando una de esas estrellas.
Hay un pequeño planeta azul, habitado por un montón de monos.
Aunque estos monos, no se ven a si mismos como monos.
Ni siquiera se ven a si mismos como animales.
De hecho, adoran listar todas las cosas que creen que los
diferencian de los animales: Pulgares opuestos, autoconciencia.
Usan palabras como “Homo Erectus” y “Australopitecus”.
Dicen patata, yo digo papa. Son animales al fin y al cabo.
Son monos, monos con tecnología de fibra óptica digital de alta velocidad, pero monos al fin y al cabo.


Quiero decir, son listos, es verdad:
pirámides, rascacielos, jets, la gran muralla china,
son cosas muy impresionantes para un montón de monos.
Monos con cerebros evolucionados con una capacidad increíble.
Pero para ellos es imposible mantenerse felices durante mucho tiempo.
De hecho, se supone que son los únicos animales que se suponen que deben estar “felices”,
mientras los otros animales solo pueden “estar”.
Pero no es tan simple para los monos.

Verán, los monos están maldecidos con la conciencia,
por eso los monos tienen miedo, los monos se preocupan,
los monos se preocupan de todo,
pero mas que nada, en lo que los otros monos piensan,
porque los monos desesperadamente quieren encajar con los otros monos,
lo cual es muy difícil,
porque muchos de los monos se odian entre si
y eso es lo que realmente los separa de los animales,
estos monos odian.
Odian a los monos que son diferentes,
monos de diferentes lugares, monos de diferente color,
pero veras, los monos se sienten solos,
los seis billones de ellos se sienten solos. Algunos de estos monos pagan a otros monos para que escuchen sus problemas.
Los monos buscan respuestas, y ellos saben que van a morir,
entonces los monos se inventan dioses y después los adoran. Después los monos discuten acerca de cual de estos dioses inventados es el mejor, y los monos se enojan bastante y aquí es donde usualmente deciden que es un buen momento para empezar a matarse entre si.

Entonces los monos hacen guerras, los monos hacen bombas de hidrógeno,
los monos amenazan con hacer estallar a su planeta entero y los monos no pueden solo ayudarlo.

Algunos monos tocan ante multitudes abarrotadas de otros monos.
Los monos hacen trofeos y se los dan entre si, como si eso significara algo.
Algunos monos creen que lo saben todo, algunos de los monos leen a Nietzsche, los monos debaten sobre Nietzsche, olvidando cualquier consideración al hecho de que Nietzsche era solo otro mono.

Los monos hacen planes, los monos se enamoran,
los monos tienen sexo y entonces hacen mas monos.
Los monos hacen música y luego los monos bailan, BAILEN MONOS!!! BAILEN!!!















Los monos hacen mucho ruido, los monos tienen mucho potencial, si solo lo pudieran aplicar a ellos mismos.
Los monos rasuran el pelo de su cuerpo, intentando olvidar su naturaleza de mono.

Los monos construyen grandes madrigueras a las cuales después llaman “ciudades”,
Los monos trazan lineas imaginarias en la tierra,
Los monos se están quedando sin petróleo,
el cual es la base de su precaria civilizacion.
Los monos contaminan su planeta como si no hubiera mañana.
A los monos les encanta pretender que todo va de maravilla,
algunos de estos monos creen que todo el universo fue creado para su beneficio,
y como puedes ver, estos son unos monos bastante fregados,
estos monos a la vez, son las criaturas mas horribles y bellas del planeta,
y los monos no quieren ser monos, quieren ser otra cosa, pero no lo son.

Fin…







La historia de esos monos parece graciosa, pero no lo es tanto.
Podemos ver un mandato:
BAILEN MONOS!!! BAILEN!!!

Esto nos lleva a Zorba el griego, una película en blanco y negro memorable,
basada en la novela Alexis Zorba de Nikos Kazantzakis. En la película Basil (Alan Bates), un joven británico ha heredado una pequeña propiedad en una isla griega, en el viaje conoce a Zorba (Anthony Quinn), un griego de mediana edad lleno de vitalidad e ilusión por la vida. A medida que Basil le va conociendo, se da cuenta de la vida tan insulsa que ha estado llevando, y aprende de Zorba a disfrutar de su existencia.

La película acaba con un baile cuya música de Mikis Theodorakis se ha hecho famosa:





Zorba es un hombre hermoso, no tenía miedo al infierno, no codiciaba el cielo, vivía momento a momento, disfrutaba las pequeñas cosas..., la comida, la bebida, las mujeres. Después de un día de trabajo, llevaba su instrumento de cuerda a la playa, y bailaba durante horas. Zorba es el criado; la otra parte es el amo que empleó a Zorba, el jefe. Siempre está triste, sentado en su oficina.

-"no quiero problemas"
-"la vida es un problema, jefe, sólo la muerte no lo es.Estar vivo es quitarse el cinturón y buscar problemas!""Hay algo que te falta, jefe. ¡Un toque de locura! Hasta que no cortes la cuerda no estarás realmente vivo".

Cuando Zorba sentía que su inteligencia había llegado a su límite, y las palabras eran ánforas pequeñas incapaces de contener un océano de sentido, las rompía entonces sobre sus rodillas con un grito de júbilo, y se disponía a danzar para acabar de explicar con el cuerpo lo que la razón no había alcanzado a expresar con sonidos articulados: “Mire, patrón no sé ya cómo explicarle esto que quiero decirle, soy un hombre ignorante... No se lo puedo decir con palabras, pero... ¡Se lo puedo danzar!”.

Zorba le confiesa a Basil, que a la muerte de su hijo sintió la imperiosa necesidad de ponerse a bailar para no volverse loco.

Zorba el danzante, el Zarathustra griego, el amante impúdico de la vida, que celebraba por igual la vida y la muerte, el bien y el mal, el éxtasis del amor y de la guerra, la embriaguez del vino y la vigorosa lucidez del trabajo... Existió… Habitó bajo este cielo; transitó por esta misma tierra por la que nosotros vagamos como fantasmas sin memoria y sin pasión.

Basil y Alexis concluyen su historia en común con una memorable danza. Es un “gracias a la vida” con el que festejan el fracaso de una empresa en la que se jugaron todos los ahorros del primero, pero no importa: aprendieron mucho de sí mismos. Zorba lo llama el “más espléndido fracaso” (“splendiferous crash”).

"Hey boss, did you ever see a more splendiferous crash?"


You can laugh too, huh?
Hey, you laugh!
You saw... You saw how they all ran.
Especially the monks.
The second time...
The third time was the best.
Nothing left!



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